Jugando con mi tia cachonda gordita

Ella me dice que me libere de verdad jugando con un hombre de verdad que es lo que es ella necesita. Mi tia cachonda gordita es bisexual, yo no, solo me gustan las mujeres. Yoy la de pelo cortito y culo aprietado. Ella la que está conmigo y con su amante rubio que también lo domina. Y mi tía, cuando llego a su casa me da todo lo que necesito. Un amor femenino por el que cada día suplico. Tiene sus amantes masculinos, sus machos de verdad y yo en sus manos soy un juguete de azúcar. Me deshago a la primera de cambio, cuando me acaricia, cuando me posee y cuando me tiene debajo de sus brazos en la cama.

Por eso uno de mis mejores pasatiempos es cuando estamos juntas, cuando voy para su casa. Sé que soy su cornuda, pero me da igual. Y cuando me dice, ven que estoy sola, hasta eso me excita. Soy su última opción. Su continua ocupación ajena e incluso desinterés por mí, aún me pone más cachonda. Es un desprecio que lo transforma en atracción. Sus nalgas redondeadas y blanditas, su culo redondo, sus escasas tetas, le hacen todavía más provocativa. Podría ser un hombre, pero es mi Dueña. Yo lo llamo así.

Lesbiana y dómina mi tia cachonda gordita

Por eso solo hace lo que quiere conmigo, no está sujeta a ninguna condición. Cuando  llego a su casa sabe que voy solo por ella. Mi cuerpo más masculino que el de ella, hace y me transforma en su juguete de terciopelo. Mi culo amachado, hombruno y endurecido, lo reblandece con solo tocarlo. Me obliga a chuparla por todos los sitios, a besarla e incluso a penetrarla si ella quiere. El resultado es dominarme. Me puse incluso una linea erotica de lesbianas para hablar con mujeres, pero no era lo mismo.

Aunque tenía orgasmos telefónicos increíbles con desconocidas, porque soy viciosa por naturaleza, pero con ella y en directo, es diferente. Me toca y me ruborizo, me aplasta y enloquezco. Una voz de mujer al teléfono puede resultar muy excitante o incluso ponerme un tiktok  es de colegialas. Pero para maduras españolas como yo, lo que necesito es fuerza. No juegos de universitarias calientes.

Lo que siento por mi tia cachonda gordita, es otra cosa. Vean unas fotitos que ella me deja poner y fotografiar. Con su morbo, sensualidad y su descaro, tan igual le da estar conmigo que con su amante. Mi pelo cortito le recuerda a un hombre sometido.